N2 Group Corporation Limited-Poolme-Nexfolio

N2 GROUP CORPORATION LIMITED es una entidad que se encuentra supuestamente habilitada para la prestación del robot en trading y gestión discrecional e individualizada de la cartera en Criptomoneda. Dicha empresa, de la que D. IGOR CARBAJO ALBA es CEO y fundador, tiene su sede en Calle 130 Old Street, Londres, Inglaterra y se encuentra inscrita en el Registro Mercantil de Londres. Además, cuenta también con sede en Madrid en Calle Secoya, 22, 28044 y en India en SRP Stratford, antigua calle Mahabalipuram, PTK Nagar, Thiruvanmiyur, Chennai, Tamil Nadu, 600041. Tiene varios sitios web: n2group.io; n2coin.io; poolme.es. N2Group se fundó en 2020 y presume de estar profundamente arraigada en las tecnologías blockchain desde hace más de 2 años debido a su supuesto modelo de negocio eficiente, gestión visionaria y soluciones de vanguardia.

El engaño precedente consistía, por una parte, en firmar un contrato privado que daba apariencia de un negocio formal pero que nunca fue elevado a escritura pública; por otra la publicidad que se le daba al proyecto a través de las páginas web de N2Group (https://n2group.io/nexfolio) y de Nexfolio (https://nexfolio.info/#home) y sus redes sociales.

Los clientes/inversores firmaban un contrato privado con N2GROUP CORPORATION LIMITED mediante el cual el interesado encargaba a N2GROUP CORPORATION LIMITED la inserción del capital incorporado en la POOL de criptomoneda.

Este proceso es automatizado donde el robot que gestiona todas las órdenes de compra y venta en criptomoneda, transfiere el 5% expreso sobre la cantidad depositada en balance mensual.

En el contrato se obligaba al firmante a tener una implicación de inversión de 6 meses mínimo, teniendo una penalización del 20% en caso de resolver el contrato previamente a los 6 meses. La empresa podrá obtener la penalización de ese principal siendo posibles los retiros de su beneficio establecido a partir del día 30 del primer mes.

El engaño fue bastante y suficiente para la consecución de los fines propuestos, pues se consiguió tanto el traspaso patrimonial como la reinversión del capital, sin ni tan siquiera dar los beneficios prometidos. La apariencia de negocio legítimo que transmitían las webs de las mercantiles querelladas, el hecho de que tuviesen oficina física en Madrid y toda la información que facilitaban sus responsables y trabajadores hizo creer a cientos de personas que iban a invertir su dinero en un proyecto real, rentable y seguro.